Según el último artículo de Disability Inclusive Climate Action Research Program de la Universidad de McGill (Canadá) y la International Disability Alliance, las personas con discapacidad no están siendo consideradas en los planes de acción climática en los diferentes Estados. Frente a la creciente preocupación de abordar la crisis climática, solo 35 de 192 países se refieren a la discapacidad en sus compromisos climáticos. Los estudios plasman que dentro de las posibles soluciones que se están planteando, se están dejando atrás a las personas con discapacidad.
Es importante destacar el fuerte impacto que tienen las condiciones meteorológicas extremas en las personas con discapacidad, ya que están especialmente expuestas, como por ejemplo, las personas con discapacidad son especialmente sensibles a las olas de calor. Precisamente, desde DHUB queremos evidenciar que no se puede pasar por alto los pocos países que están generando políticas de adaptación para personas con discapacidad en cuanto a hacer frente a la emergencia climática. Un ejemplo de ello es que la mayoría de los compromisos climáticos ignoran la vulnerabilidad de las personas con discapacidad en momentos de emergencia.
Son muchos los países que basan sus estrategias y planes de acción climáticas en el transporte sostenible, ciudades inteligentes y espacios verdes, pero pocos gobiernos los mencionan en sus rutas para reducir sus emisiones. Solo 35 de 192 países sí que abordan de manera firme la adaptación climática y discapacidad. Además, según el informe, destaca que sólo 45 países hablan de las personas con discapacidad en cualquier programa de adaptación. Este informe solo recalca la necesidad de profundizar en medidas firmes de accesibilidad en cuanto planes de acción climática. Como por ejemplo: ¿qué ocurre cuando estos eventos climáticos afectan a una población vulnerable a la que las propias administraciones no protegen?